A continuación republicamos el primero de dos posts de Witness republicados en su momento en Global Voices en español. Dada la temática tratada creemos que quedan muy bien acá.
Este post ha sido escrito por Sam Gregory, director de programa en WITNESS y originalmente apareció en el blog de WITNESS Video For Change [en] el 18 de julio de 2012.
El 18 de julio de 2012 YouTube anunció una nueva herramienta dentro del editor de subida que permite a la gente difuminar (poner borrosas) las caras dentro del vídeo, y luego publicar una versión con las caras borrosas. WITNESS ha apoyado a YouTube y a otras plataformas a dar este paso durante varios años en blogs [en], presentaciones públicas [en], informes [en] y apoyo privado y aplaude a YouTube por tomar la iniciativa incluyendo esta función.

Captura de pantalla de la nueva herramienta de YouTube para poner las caras borrosas.
Examinaremos la herramienta en los próximos días y explicaremos cómo utilizarla bien para proteger a la gente vulnerable en sus vídeos. En este post hablaremos de la perspectiva de los derechos humanos sobre por qué es importante que las plataformas comerciales adopten herramientas como esta.
¿Por qué importa la opción de pixelar caras?
Hay dos niveles en esto. Uno es la experiencia directa de la gente de la calle en situaciones difíciles que intentan compartir testimonio de grandes violaciones de los derechos humanos pero proteger a la gente al mismo tiempo. El segundo es la necesidad de opciones de anonimato visual [en] en una amplia gama de situaciones, ya que los medios visuales se han convertido en una forma dominante de comunicación y el acceso al reconocimiento facial aumenta.
El escenario del uso de los derechos humanos: Siria, Zimbabwe, Estados Unidos
En lugares como Siria, los activistas a pie de calle apuntan lo a menudo que la gente es identificada y localizada por el vídeo que comparten en internet. Aquí tenemos a Rafeeq de Homs, cuya historia [en] ha sido compartida recientemente a través de Al-Jazeera. Lo cito detalladamente:
Pero para los activistas, la cámara es una espada de doble filo.
Y aquí tenemos cómo.
Muchos de mis amigos han sido arrestados por protestar. Sin embargo, no fueron arrestados de los lugares de protesta, sino desde los puestos de control situados por toda la ciudad.
Pero, ¿cómo sabían las fuerzas de Assad que se manifestaban?
Las fuerzas del gobierno tienen equipos especiales dedicados a monitorizar protestas que graban y suben a internet.
Uno de mis amigos que fuera detenido durante un corto periodo de tiempo me contó que, mientras sufría la tortura de la detención, le preguntó el investigador si alguna vez había participado en concentraciones en contra del régimen. Cuando mi amigo lo negó, el investigador le enseñó una secuencia en la que su cara aparecía claramente en una protesta.
Entonces es cuando empezamos a aprender a grabar concentraciones desde ángulos que mostraran claramente las medidas enérgicas tomadas por Assad en las protestas pero no las caras de aquellos que se manifestaban.
Muchos residentes de Homs le han cogido miedo a la cámara. Esto no es porque haya algún tipo de animosidad entre los activistas y los residentes, sino por el miedo que el régimen ha implantado en sus corazones.
Saben que una foto de ellos en internet puede convertirse en varios meses de prisión y tortura. Este miedo ha crecido conforme se alza el número de arrestados.
Los residentes que viven en los barrios controlados por la oposición están especialmente amenazados de ser arrestados por aparecer en «incitantes cadenas de televisión». .
Un residente que cruzó a un barrio controlado por el gobierno fue arrestado en un punto de control por aparecer en una secuencia filmada por un activista. En la secuencia, el hombre simplemente estaba quitando los escombros de la calle.
Como periodista principiante, he empezado a tener mucho cuidado con las caras que aparecen en mis secuencias. No quiero que le hagan daño a nadie por mi culpa.

Superviviente de una violación en Zimbabwe que compartió públicamente su historia, pero quería proteger su identidad por miedo a ataques de represalia.
Se han visto experiencias similares en Egipto, en Irán [en] y antes de eso en Birmania [en]. También hemos observado una necesidad constante de las luchas menos documentadas y menos públicas para proteger a aquellos que dicen lo que piensan.
De hecho, puedes encontrarte en grave peligro si eres la única persona que intenta hablar claro en tu comunidad como, por ejemplo, un superviviente de violencia de género en Zimbabue [en] o un miembro de una minoría impopular, como una trabajadora sexual que habla en contra de la violencia policial en Macedonia [en], o un superviviente hablando sobre maltrato de ancianos en Pittsburgh o en San Francisco [en].
Como más y más personas utilizan el vídeo para protestar por algo, ya que se ha convertido en el gran medio de nuestra época, ha aumentado cada vez más la necesidad de darle a la gente la opción de elegir más herramientas para ocultar su identidad. Cuando el vídeo se convierte en el medio de comunicación de facto en la cámara de un móvil conectada al mundo, ¿cómo nos aseguramos de que la posibilidad de anonimato no se ha olvidado?
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